viernes, 16 de noviembre de 2007

Igual

Las cosas están tal como las dejaste,

detenidas en las manecillas de un reloj

que se entregó a la soledad.

Los libros y el baúl

permanecen inmóviles

cubiertos por un polvo

que duerme con los recuerdos.

La humedad de la vida,

se detuvo en cada pedazo de pared,

como esperando tu regreso.

Ya nada es igual,

hay un vacío urgente que se clava en la piel

y un nudo en la garganta

que a ultranza se queda conmigo.

Ya nada es igual

aunque lo parezca.

Está todo tal como lo dejaste

aquella fría mañana de abril,

en la que decidiste

desprenderte del cansancio

que a veces produce el amor.